Un miembro que no escucha, uno que no se mete en auditorías (se equivocó de cargo) y otro que amenaza con derribar altares (¡claro, ahora que se cae el propio!) hacen lucir la Cámara de Cuentas como una camarilla. El organismo que por mandato constitucional debe dar buena cuenta de las cuentas nacionales no lleva ni su propia cuenta. Le salen tan mal las cuentas, que para auditar trescientos millones gastaron cuatrocientos. El saldo de ineficacia es tan negativo que han conseguido lo impensable, ponernos a todos de acuerdo en que deben renunciar. ¡Señores, ya está bueno, gracias por participar!

Seguimos con las fotos del Parque Duarte en su etapa de remodelacion. Estas fotos son de una serie tomadas por Jose Perdomo III, BOOGIETK.

Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal. NIETZSCHE, Friedrich