Felipe J. Santana, poeta dominicano fallecido en 1920, publica su “Canto a Moca” en la magnifica revista “La Cuna de América”, edición del 29 de junio de 1913, y se lo dedica a don Fernando de Lara y al Dr. Gabriel E. Guerrero. Se trata de un poeta en 3 estancias y en él llama a Moca “Pomona quisqueyana”.
Tras describir los límites de la comarca, y aludir a la terrible guerra civil de 1912, enfatiza las riquezas de la vegetación y la hermosura de los rosales mocanos, calificando a Moca de “aorta del sistema agrario” al cantar “las doradas mieses de enguirnaldan tu llano y tu colina”. Seguidamente con el texto completo de dicho poema:
CANTO A MOCA
A mis buenos amigos Dr. Gabriel E. Guerrero
y don Fernando de Lara, con toda mi distinción.
-I-
Moca es Pomona en suelo quisqueyano:
limítanla, hacia el Sur, amplia pradera
de Vega Real, el valle paralelo;
al Norte, la empinada cordillera;
al Este, El Cenoví, manso riachuelo;
y al Oeste, Santiago: la hechicera
ciudad del Yaque undoso, la del celo
en ser siempre –en las juntas- la primera.
-II-
Pues bien, en la Pomona quisqueyana
florecen, todo el año, los rosales;
cual si la gestación, ebria y lozana,
morase eternamente en sus junciales.
Prueba de que se asila eternamente
en la vegetación de aquella tierra
la musa de la vida, es, ciertamente,
este relato que mi verso encierra:
Allá, del año horrible, en los fragores
de una guerra sin tregua y sin entrañas;
en medio a los siniestros resplandores
del incendio, se erguían sus montañas
con la pujanza se sus propios bríos,
y la fecundidad, en los plantíos,
hacía brotar los frutos en las flores,
como si reclamase días mejores
de paz y de concordia.
Mientras tanto,
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios
Publicar un comentario