Epifanio Guzmán, conocido como CHITA, valiente vendedor de periódicos que fue reconocido por el histórico comercial de Barcelo dedicado a los pueblos. Chita era analfabeta y para pregonar los periódicos consultaba a cualquier vecino que le leyera los titulares de primera plana y ahí mismo se iniciaba el calvario de este pobre infeliz, pues los muy malvados, le decían por ejemplo, "Balaguer se roba luces del Estadio y no habrá pelota este año o "Policía mata cinco estudiantes＂y con esa carga de misiles provocativos salia a vociferar a las calles su mercancía.
De inmediato era apresado, golpeado y maltratado por la brutalidad de una policía fanatizada durante los famosos 12 años. Fueron varias las veces que hubimos de interceder por la libertad de CHITA, en nuestra calidad de abogado.
En las veladas de boxeo que celebrábamos en el Coliseo Kid 22-22, montada por el incansable Negro Garcia, era frecuente oir desde las gradas la voz estruendosa de CHITA alentando a su hijo Víctor cuando este peleaba, diciéndole Vita Vitor, Vita Vitor, que significaba en castellano, Vista Victor, es decir, abre el ojo, para ver los puños del adversario.
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