INICIAMOS LA PUBLICACIÓN DE PEQUEÑAS SEMBLANZAS DE MOCANOS REPRESENTATIVOS DE TODA UNA ÉPOCA.
DR. RAMON DE LARA-(1884-1956). Su biógrafo el Dr. Toribio García y García subraya en el Dr. Lara “su amor a la justicia, su pulcritud, su amor a la verdad, su enorme consagración a los valores eternos que pautan la vida del hombre digno”.
En 1904 se trasladó a Bruselas, en cuya Universidad alcanza el privilegio de ser el primer estudiante extranjero interno en los hospitales belgas. Se doctoró con notas brillantes en 1909. Al año siguiente regresó al país y fue el primer médico dominicano en presentar reválida, conforme a la nueva ley del Juro Médico.
Ejerció su profesión primero en Moca y luego en Santiago de los Caballeros, donde instaló su reputada Clínica “Mercedes”. A su iniciativa se abrió el Hospital “San Rafael”, cuya dirección sirvió gratuitamente, así como la del Hospicio San Vicente de Paúl. Fue Presidente de la Sociedad “Caridad” y Regidor del Ayuntamiento de Santiago, contribuyendo con sus ideas como munícipe al auge y prestigio de la ciudad del Yaque.
Más tarde desempeñó la dirección del Hospital Militar de Santo Domingo. Uno de los fundadores de la bien recordada Clínica Mutual Española. En 1929 fue nombrado por el Claustro Rector de la Universidad de Santo Domingo, sin sueldo, siendo el primer hijo de Moca en llegar a tan conspicua posición.
No pudo terminar su período, pues fue arbitrariamente destituido por decreto de Trujillo. Después sufre ominosa prisión, y luego los rigores del exilio. Llegado a Paris aprovecha la ocasión para hacer un curso intensivo sobre la esterilidad humana, para trasladarse más adelante a Caracas, donde hubo de terminar sus días en medio al respeto, a la admiración y a la simpatía de que disfrutó siempre en la capital venezolana, en cuyo seno ejerció también su profesión con su brillantez acostumbrada, honrando además a su Patria, a la que tanto quiso.
A más de su extraordinaria capacidad científica demostrada cabalmente en el mundo de la medida, el Dr. Ramón de Lara era todo un carácter, adornado con las prendas de su nobleza, de su hombría de bien, de su rectitud y de su responsabilidad vertical.
En 1904 se trasladó a Bruselas, en cuya Universidad alcanza el privilegio de ser el primer estudiante extranjero interno en los hospitales belgas. Se doctoró con notas brillantes en 1909. Al año siguiente regresó al país y fue el primer médico dominicano en presentar reválida, conforme a la nueva ley del Juro Médico.
Ejerció su profesión primero en Moca y luego en Santiago de los Caballeros, donde instaló su reputada Clínica “Mercedes”. A su iniciativa se abrió el Hospital “San Rafael”, cuya dirección sirvió gratuitamente, así como la del Hospicio San Vicente de Paúl. Fue Presidente de la Sociedad “Caridad” y Regidor del Ayuntamiento de Santiago, contribuyendo con sus ideas como munícipe al auge y prestigio de la ciudad del Yaque.
Más tarde desempeñó la dirección del Hospital Militar de Santo Domingo. Uno de los fundadores de la bien recordada Clínica Mutual Española. En 1929 fue nombrado por el Claustro Rector de la Universidad de Santo Domingo, sin sueldo, siendo el primer hijo de Moca en llegar a tan conspicua posición.
No pudo terminar su período, pues fue arbitrariamente destituido por decreto de Trujillo. Después sufre ominosa prisión, y luego los rigores del exilio. Llegado a Paris aprovecha la ocasión para hacer un curso intensivo sobre la esterilidad humana, para trasladarse más adelante a Caracas, donde hubo de terminar sus días en medio al respeto, a la admiración y a la simpatía de que disfrutó siempre en la capital venezolana, en cuyo seno ejerció también su profesión con su brillantez acostumbrada, honrando además a su Patria, a la que tanto quiso.
A más de su extraordinaria capacidad científica demostrada cabalmente en el mundo de la medida, el Dr. Ramón de Lara era todo un carácter, adornado con las prendas de su nobleza, de su hombría de bien, de su rectitud y de su responsabilidad vertical.
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