Domingo 25 de Mayo del 2008,
Centenario de Donato Bencosme
José Abigail Cruz Infante -
El pasado 17 de mayo se cumplió el primer centenario del nacimiento de Ramón Donato Bencosme, figura política de preponderancia en Moca y una de las tantas víctimas de la dictadura de Rafael Trujillo. Político nato y de profunda vocación por el ejercicio siempre peligroso y difícil de las vicisitudes del poder, supo sortear hasta la hora de su muerte toda suerte de felonías e intrigas que le acecharon desde siempre.
Nacido en el campo, Juan López Arriba, era el hijo menor del general Cipriano Bencosme. Cipriano fue un rico hacendado que desarrolló un verdadero emporio agrícola de millares de tareas de tierra donde laboraban unos 500 hombres y mujeres según es fama en el campo, Juan López Arriba. Trajo a su propiedad un tutor para la educación primaria de sus hijos. Ese tutor fue Joaquín (Quin) Castillo, quien era músico, contable y maestro de enseñanza escolar, padre del conocido ingeniero dominicano Humberto Ruiz Castillo.
El joven Donato, graduado de bachiller a los diez y ocho años en Santo Domingo, D.N., es designado por el presidente Horacio Vásquez ministro consejero, concurrente en las embajadas de Inglaterra, Francia, Bélgica y España. Su padre, que lo había un poco sobreprotegido, le enviaba generosas sumas de dinero que el joven Donato aprovecha para disfrutar de la “belle epoque” de la Europa festiva. Aprendió a bailar tango en París, vivía en un palacete que había alquilado en Bruselas y era aficionado al estudio y, a la vez, a una vida de distracciones. A la muerte violenta de su padre el general Cipriano –el primero que enfrenta con las armas a Trujillo en el mismo año inaugural de 1930- Nato regresa al país y le reclama al dictador, en un entrevista lograda por la mediación del señor Bienvenido García Gautier, sus tierras y propiedades, que habían sido devastadas por las tropas trujillistas.
Se dedica con amor y capacidad a poner en práctica lo aprendido en Europa y su finca de café se convierte en una plantación de primera clase. Se rodea de confort, al punto de comprar la antigua planta eléctrica de la ciudad de Sánchez para iluminar su fundo. De trato cordial y humanitario se granjea el afecto de sus trabajadores, a los cuales brinda atención y protección esmeradas. Su figura crece en la zona, pues su estampa de gallarda figura varonil le hacen ganar simpatías entre la población.
Era erguido, de tez blanca y ojos azules; conversador nato y buen bailador, era lo que Joaquín Balaguer en su obra de versos Galería Heroica, en el Romance a Donato Bencosme llamó “hombre de capa y espada”. Donato cultiva la amistad de muchos mocanos, se rodea de amigos sinceros que le brindan la oportunidad de resaltar su figura, pero era también objeto de envidias y de intrigas. Era una época de peligros para un miembro de una familia tildada de desafecta al régimen, situación que aprovechan sectores adversos para susurrar infamias a los oídos de Trujillo, como fue aquel memorable Foro Público en el cual se le acusaba de tener las armas de su padre y preparar una revuelta para derrocar el gobierno.
Consciente de que “era guapo este gitano/ y al cabalgar en su jaca/ es tan altivo su gesto/ que todo el pueblo lo aclama”/. Fue esa altivez la que lo llevó a confrontarse en varias ocasiones con personeros de la Era, así como con el propio dictador. Es famosa la anécdota del reinado de Monte Cristi cuando una de las candidatas se acercó a Trujillo en el Centro de Recreo de Santiago a que le comprara boletos para su elección. Trujillo le compró 500 pesos. Al salir del lugar la joven y sus acompañantes se percataron que en el cercano Café Antillas se encontraba un personaje, a juzgar por los carros estacionados en el lugar. Allí estaba el galante mocano, quien le extendió un cheque en blanco a la candidata para que fuera electa reina en el concurso, con la sola condición de que le invitara al baile de coronación. A Trujillo le dijeron que se trataba de una vaina que Donato le había echado.
Así vivió al borde del abismo este altivo mocano, hombre que desafiaba el mortal peligro tantas veces y amo apasionadamente la vida y sus encantos. Supo convertir su estampa en figura de liderazgo político, lo cual era motivo de recelo entre sus adversarios. Murió con la frente en alto, la mano en el corazón (1957).
Desde Corona, NY. el amigo de siempre Frank, nos envia sus comentarios.
Apreciado Ito: Muy interesante la lectura de tu Blog,las fotos etc."Luce muy bien" en la foto tomada en el coloquio de Moca junto al grupo de asistente al evento.Que Dios te siga conservando asi. El articulo de Donato Bencosme es muy interesante por su amenidad y corte biografico.Este personaje le da un aire de sastifaccion al lector.Excelente trabajo.Muy interesante.
Abrazos de Frank Taveras